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punto y aparte

El día que te merezca seré una persona increíble. El día que te merezca seré, de lo bueno, lo mejor. Me admirarás casi tanto como yo te admiro, me envidiarás casi tanto como yo a ti hoy. Los pajaritos se dejarán de cantar babosadas, las nubes se levantarán cachondas perdidas y las vírgenes suicidas abandonarán sus dos vocaciones de un polvazo y sin dilación. Todo eso el día que yo te merezca, todo eso el día que tú te merezcas algo como yo. El día que te merezca habré hecho tanto por ti como lo que tú ya has hecho por mí. Poner cara de que estás conmigo cuando nadie más lo está. Y ponerla hasta partírtela si hace falta por cualquier tontería indefendible que se me caiga de la boca. Hacer ver que tengo razón aún cuando ya hace rato que me la quitan de las manos, oiga. Y aflojármela un poco cuando ya hacía tiempo que se me estaba atragantando. Nuestra amistad dará por fin balance cero, pero un cero con muchos unos a su izquierda y bien relleno de aparentes sobras, como todo buen relleno
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Si dejaran de buscar vida después de la muerte, quizá descubrirían que hay vida antes de la muerte. Lo importante es el presente, "mañana" es sólo un día inexistente

Sé que las mentiras son barreras, pero también sé que juntos podemos romperlas. Sé que volar es difícil, pero con fe no es imposible, he visto volando a parejas de quince años en cines, en la parte más oscura de los cines, donde parece que regalen alas a los que no ven las pelis.

"El chojín"

Y en la mayoría de nuestros ejemplos cotidianos, la gente fracasa. Si, la gente fracasa, no por ponerse objetivos altos e intentar alcanzarlos, no. Fracasa por ponerse objetivos minúsculos, y lograrlos. Yo no quiero ser de esos. No quiero ser normal.

23 de octubre.

Luego, y a pesar de todo, pienso en todas las formas en la que una persona puede decirte lo mucho que te quiere sin decirlo. Pienso en dejarte su abrigo cuando fuera hace menos 4 grados, en febrero, en la pura noche de Granada, sin una mísera nube que retenga algo de calor de este pedacito de nosotros. Pienso en hacer lo imposible para que no me vaya a la habitación sin una merienda (o una cerveza, que al fin y al cabo para esas cosas soy igual) fuera. Pienso en un beso en la frente, debajo de la lluvia del cielo marbellí, en un campo, solos los dos y su coche; y, hablando de coches, pienso en cuando vamos por una acerca estrecha y me mete en la zona pegada a la pared, alejada de tanta velocidad, alejada de los coches, protegida. En su forma de morderme la nariz. Y de hacerme rabiar con un tortazo, y bien dado, en el culo. Pienso en las dudas, en los "y si.." y en los "sabes que si.." en las cosquillas en la espalda, sudados, callados, cansados. Pienso en su preocup

de las palabras más sabias que he oido en mucho tiempo... Grande Nach!!!!

Entran por la derecha, salen por la izquierda. Abren tu puerta. Vienen con el gesto de no decir la verdad, con la cara de crueldad encerrada en una celda. Vienen pensando que el amor no se trabaja, sino que se presta. Otros creen que basta con darle a un “clic” y ya está, que en el Facebook o en Badoo esta su mejor apuesta. Yo pienso que, el amor necesita trabajo más que olvido, necesita silencios más que ruido. Supongo que a veces el amor está sometido a un “tú dámelo todo que ya veremos cuanto te doy yo”, a un “creía que te quería pero es que, me he cansado en el primer escollo”, a un “apóyate en mi hombro y respira hondo, que si mañana me llamas, a lo mejor no te respondo”. Entonces, ¿qué diferencias hay entre el amor y el deseo intenso? ¿Por qué lo llaman “vicio” cuando quieren decir “sexo”? ¿Por qué lo llaman “amor” cuando solo es dependencia y necesidad momentánea de calor? ¿Por qué lo llaman “amor” cuando van de flor en flor? Aunque, un momento. ¿Acaso no se puede

he vuelto

he vuelto por que sí, por que me fui a vaciarme a otras camas, y ninguna tenia el calor de la tuya, por que encontre mi tregua entre tanto caos, por que mis demonios se han ido o se han juntado conmigo para siempre. He vuelto por que donde duele inspira, y por que aquí dentro hay mucho de eso, por que aquí dentro hay mucho dolor. eme.

eme

Es increíble encontrar a alguien con quien poder ser enteramente tú. Alguien que entienda tu locura y se quede con ella, que se quede contigo siendo tú.

LA TRISTE HISTORIA DE TU CUERPO SOBRE EL MÍO

El sudor era una tregua entre cien años de guerra, nos queríamos morir, tan bonitos y tan tristes como un juguete nuevo en una fábrica abandonada. Yo tenía 15 y tu 17. No, no eran nuestros años sino nuestros fracasos esos episodios que te definen mejor que cualquier costumbre familiar. “¡Venga, despierta!” me decías y yo te miraba en espiral porque te amaba pero quería salir corriendo. Mis dedos no sabían ya pronunciar una caricia sin que surgiera un nuevo temor desde las yemas. Incapaz de mirar a las decepciones a la cara ... Luego nos dimos cuenta de todo, de que ese verano en realidad fuiste mía de que mi vida estaba a tu nombre pero como suele pasar nos dimos cuenta tarde.

I told my therapist about you

Todavía me acuerdo de ese verano. Mi soledad y tu soledad se acostaban juntas jugaban a juntar trozos, maderas del galeón hundido. Nos besábamos con verdadero dolor como quien se aferra a una tabla en medio del océano con la piel en el presente y la cabeza en el pasado, recordando fechas, olvidando promesas y nos sumergíamos en la noche de las piernas sorteando el miedo como en una carrera de obstáculos contra los monstruos del desaliento, queriendo volver a ser los príncipes de un castillo incendiado.
como cada día,  el cielo me aburría.

nadie, nunca nadie, excepto tú

Cuatro mil días después de aquel año obcecado detecto que al fin te dignaste a cumplir con la cita inaudible… Y me alegro, y me enfado a la vez. Después de estudiar con cuidado este caso, ejerciendo a la vez de fiscal y abogado, de juez imparcial, sentencio lo nuestro diciendo que el fallo más grande pasó por guardar solamente los días más gratos y olvidar los demás… Mirarte de frente. Admito en voz alta que no pocas veces he sido tentado en coger mis esperanzas y lanzarlas sin más a la fosa común donde yacen los sueños que nos diferencian… Tal vez, ¿has pensado en renunciar? Yo aún no. Hada helada en vuelo inerte, tú nunca cambiarás. Hada helada en vuelo inerte, tú nunca caerás. Tal vez, ¿has pensado en crecer más? ¡Más no! Tal vez, ¿te conseguiste equilibrar? Yo aún no. Vamos a correr el gran sprint final y al cruzar la linea los dos ganarán. Voy a romper las ventanas para que lluevan cristales. Ven a romper las ventanas, ven a gritar como antes. Ven a romper las ventanas y hacer del