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Mostrando entradas de abril, 2016

punto y aparte

El día que te merezca seré una persona increíble. El día que te merezca seré, de lo bueno, lo mejor. Me admirarás casi tanto como yo te admiro, me envidiarás casi tanto como yo a ti hoy. Los pajaritos se dejarán de cantar babosadas, las nubes se levantarán cachondas perdidas y las vírgenes suicidas abandonarán sus dos vocaciones de un polvazo y sin dilación. Todo eso el día que yo te merezca, todo eso el día que tú te merezcas algo como yo. El día que te merezca habré hecho tanto por ti como lo que tú ya has hecho por mí. Poner cara de que estás conmigo cuando nadie más lo está. Y ponerla hasta partírtela si hace falta por cualquier tontería indefendible que se me caiga de la boca. Hacer ver que tengo razón aún cuando ya hace rato que me la quitan de las manos, oiga. Y aflojármela un poco cuando ya hacía tiempo que se me estaba atragantando. Nuestra amistad dará por fin balance cero, pero un cero con muchos unos a su izquierda y bien relleno de aparentes sobras, como todo buen relleno

Si dejaran de buscar vida después de la muerte, quizá descubrirían que hay vida antes de la muerte. Lo importante es el presente, "mañana" es sólo un día inexistente

Sé que las mentiras son barreras, pero también sé que juntos podemos romperlas. Sé que volar es difícil, pero con fe no es imposible, he visto volando a parejas de quince años en cines, en la parte más oscura de los cines, donde parece que regalen alas a los que no ven las pelis.

"El chojín"

Y en la mayoría de nuestros ejemplos cotidianos, la gente fracasa. Si, la gente fracasa, no por ponerse objetivos altos e intentar alcanzarlos, no. Fracasa por ponerse objetivos minúsculos, y lograrlos. Yo no quiero ser de esos. No quiero ser normal.