Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2015

LA TRISTE HISTORIA DE TU CUERPO SOBRE EL MÍO

El sudor era una tregua entre cien años de guerra, nos queríamos morir, tan bonitos y tan tristes como un juguete nuevo en una fábrica abandonada. Yo tenía 15 y tu 17. No, no eran nuestros años sino nuestros fracasos esos episodios que te definen mejor que cualquier costumbre familiar. “¡Venga, despierta!” me decías y yo te miraba en espiral porque te amaba pero quería salir corriendo. Mis dedos no sabían ya pronunciar una caricia sin que surgiera un nuevo temor desde las yemas. Incapaz de mirar a las decepciones a la cara ... Luego nos dimos cuenta de todo, de que ese verano en realidad fuiste mía de que mi vida estaba a tu nombre pero como suele pasar nos dimos cuenta tarde.

I told my therapist about you

Todavía me acuerdo de ese verano. Mi soledad y tu soledad se acostaban juntas jugaban a juntar trozos, maderas del galeón hundido. Nos besábamos con verdadero dolor como quien se aferra a una tabla en medio del océano con la piel en el presente y la cabeza en el pasado, recordando fechas, olvidando promesas y nos sumergíamos en la noche de las piernas sorteando el miedo como en una carrera de obstáculos contra los monstruos del desaliento, queriendo volver a ser los príncipes de un castillo incendiado.