Eme

A ti que te lo montas de niña tonta en medio de una orgía,  a ti que me has ganado con un naipe marcado la partida,  a ti que te has colado en el coto privado de mi vida. A ti que aun no sabes los besos que te caben en la boca,  a ti que has comprendido que a veces el olvido se equivoca, a ti que has preferido vivir como si nada fuera eterno,  a ti que que has compartido conmigo una almohada en el infierno. A ti que has decidido no prestar atención a frases del tipo "ese menda va ser tu ruina". A ti que has detenido con un beso el reloj, a ti que me enfermas,   a ti que eres mi envenenada medicina. A ti que vas deprisa por miedo a que la risa se marchite,  a ti que te diviertes jugando con la muerte al escondite,  a ti que has levantado el árbol de tu nido en el tejado,  a ti que has dirigido la fleha de Cupido a mi costado.

El verdadero hombre solo busca el juego y el peligro. Por eso ama a la mujer, el juguete más peligroso...

En resumen, querida..  Que te quiero por todo lo que tienes y crees que te falta.

Quien no está preso de la necesidad está preso del miedo. Unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.

Aquel día estábamos más cerca que nunca. A pesar de la hermosa taquicardia nos mirábamos con miedo, parecía que nunca nadie hubiera estado tan próximo al vértigo de sus ojos. Me susurró al oído que su nombre empezaba por eme. Las palomas volaban volaban en círculos alrededor nuestra, nosotros afuera en la ciudad y todo parecía de ciencia ficción, como ella. Tenía la Torre Eiffel tatuada en la muñeca, la llamé la francesita, se acercó a mi oído y me dijo: hazme todo lo que tú quieras, aunque sea un rato. Le medí el cuerpo en 92 besos mientras le tarareaba canciones. Y en un vis a vis le regalé mi mejor versión. Sus labios gritaban que no mueran nunca los cantantes. Con cada caricia que m hacía me salía del hueso una flor, y ese día me dí cuenta que diciembre y la primavera podían llegar a rimar; que hubiéramos sido la mejor portada del telediario, dejando a un lado la violencia y el vandalismo de las calles de nuestro Madrid. Se marchó con prisa dejándome el corazón convertido en pólvor

Yo quiero que me quieras a tu manera, aunque lo digas poco y lo sientas todo el tiempo, aunque ya nunca más me escribas un poema.

Siempre estoy escribiéndole a la misma puta persona. Siempre conmigo aunque no quiera, aunque no quieras.

Siento que lo hicimos mal, que nos fuimos tarde, o sea, demasiado pronto. Que tus besos no eran para mí, que tu boca bebía de otras. Que estoy borracho en un bar que te recuerda, porque el alcohol sólo habla de tí. Y qué hago sino deshacerme, buscarte en cada una de mis heridas por si la lames. Pero somos demasiado silencio para tantos besos que quisimos decirnos...