Esta puede ser la historia de una de esas mujeres a las que aman por la primera mala palabra que te viene a la mente, que no ven mas allá de su apariencia, a veces cuando vemos a alguien que supuestamente equivoco el camino un poco más que nosotros, nos convertimos en los mas crueles jueces, así funciona la humanidad, así funciona la sociedad... Ella sabe de falsas promesas, de engaño llanto sin amparo, de marcas bebidas y salidas a lugares caros, los dos lados de la vida y saber sufrir riendo, ella tuvo que aprender a ser mujer antes de tiempo,ella vive ardiendo, pero de frialdad se viste tiene la fuerza de cientos y la mirada de una niña triste, ella resiste se controla acompañándose a si misma, eso abisma el prisma de una isla sola, sola tuvo que aprenderlo todo, buscar salidas y ganarse la vida a su modo. Se aprendió el todo o nada y a luchar codo con codo, fingió no ser brillante como un diamante enterrado en el lodo, sabe de apodos y de modas al detalle calcular profundo y manejar asuntos en la calle, sabe hacer que quien la conozca nunca olvide su nombre, y conoce mil secretos para enloquecer a un hombre. Nadie sabe de donde, cuando y cuanto puede florecer su amor, de indiferencia hizo su escudo protector, se comporta según la situación y el contexto porque porta mascaras y siempre avanza tras un plan maestro. Lo cierto es que nadie sabe cuantas lágrimas derrama, nadie sabe cuan tierna y dulce puede ser cuando ama, ninguno en el teatro de su vida aprendió la trama. La miran solo para ver el horizonte de su cama...
Princesita de un reino de acusaciones y cerrojos, porque lo esencial es invisible a los ojos, todos cuentan su historia y nadie sabe, las miradas no rompen las barreras del maquillaje, la flor que en el jardín con veneno están regando, su diario solo guarda páginas en blanco, su apariencia y su interior no compaginan... ella se conoce la sociedad se la imagina.
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