Soñaba que no crecía y para siempre sería joven. Cincuenta y pico inviernos, llenos de hojas secas...Y sus veinticinco pecas resumidas en un sueño si, del que nunca despertara, por mas gallos que cantaran la tristeza le abrazaba.
Me he bebido tu jodido nombre en cada copa, chupito, y cubata.. olvidándome de ti, volviendo a la realidad con resacas que duran más que tu amor por mi.
Todavía me acuerdo de ese verano. Mi soledad y tu soledad se acostaban juntas jugaban a juntar trozos, maderas del galeón hundido. Nos besábamos con verdadero dolor como quien se aferra a una tabla en medio del océano con la piel en el presente y la cabeza en el pasado, recordando fechas, olvidando promesas y nos sumergíamos en la noche de las piernas sorteando el miedo como en una carrera de obstáculos contra los monstruos del desaliento, queriendo volver a ser los príncipes de un castillo incendiado.
Que te follen, puedo a encontrar a millones de tios mejores que tú, pero tu nunca llegarás a encontrar a ninguna que sepa quererte de la manera en la que te he querido yo; de la manera en la que querías, cuando querías.
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